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jueves, 20 de noviembre de 2014

FACTORES QUE DISMINUYEN LAS RELACIONES SOCIALES: LA JUBILACIÓN

La jubilación se presenta como un cambio de vida y de roles sociales pudiendo ser experimentado por la persona de muy diversas formas (Fernández-Ballesteros, 1999). Supone un afrontamiento distinto para cada persona. Para unos es el inicio de una nueva etapa ya que ven a este nuevo tiempo como aquel donde pueden dar pasos a hobbies. Por otro lado, están las personas que ven este tiempo sin sentido, aburrido y monótono. 

Para evitar esta posible vivencia negativa que supone la jubilación,  gerontólogos y psicólogos dedicados al mundo de la empresa,  se encargan de diseñar e impartir programas preparatorios para este evento vital.Es decir, se implantan en las empresas programas para preparar a los futuros jubilados a afrontar esta etapa que se acerca. En países como España, es una obligación de las empresas realizar esto con sus empleados. 

Los autores que comienzan a hablar del tema son Moragas, quien planteó por primera vez un curso completo de preparación para la jubilación, y Bermejo, quien tiene publicaciones constantemente actualizadas. 

Existen trabajos similares, donde se han planteado diseños de programas de preparación para la jubilación y el estudio de sus efectos. No obstante existe alguna investigación hecha en Chile por Skoknic. Además es importante señalar a Madrid García (2000) ya que presenta en un artículo cuáles son los factores psicológicos y sociales que inciden en un mejor ajuste emocional a la jubilación. Por último cabe mencionar a Rodríguez (2006) quien entabló un trabajo comparativo en sujetos en etapa prejubilatoria y postujbilatoria acerca de las actitudes hacia la jubilación.

Moragas , 1989 (citado en Limón, 1993) nos señala que los programas de preparación para la jubilación corresponde  a procesos educacionales ya que enseña a la persona los conocimientos útiles para una nueva etapa vital y sobre todo consigue un aprendizaje de hábitos nuevos e intereses para una fase tan importante de la vida como cualquier otra. En estos programas se busca la adaptación a la jubilación de las personas que además son  adultas mayores o están próximas a serlo, mediante ciertas actividades que están dirigidas a “difundir información sobre el proceso natural de envejecimiento, facilitar la transición hacia la jubilación y minimizar los problemas que puedan afectar la salud psicológica de las personas, establecer planes específicos para su vida y cambiar actitudes hacia uno mismo y hacia la jubilación” (Skoknic, 1998).

De acuerdo a Bermejo, 2006 (citado en Guevara, 2013) los programas de preparación para la jubilación deben tener contenido de tipo conceptual, procedimentales y actitudinales. Los primeros se refieren a la información que necesitan las personas que participen para afrontar el cambio. El segundo tipo de contenido son las estrategias  y habilidades necesarias para comprender, analizar y tomar decisiones, además de estrategias cognitivas y motoras. El tercer tipo de contenido corresponden a las actitudes, opiniones, creencias y percepciones que van a conformar el área volitiva de la persona. Todo ello además se debe adecuar a las necesidades personales de cada participante.

Se recomienda que se proporcione esta preparación en la prejubilación, es decir aún cuando está trabajando la persona a fin de que cuando cese ya esté listo para afrontar dicha etapa.

Referencias:

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