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sábado, 29 de noviembre de 2014

LO QUE HAGO Y YO SOMOS ÚNICOS: LA CREATIVIDAD EN LOS ADULTOS MAYORES

La creatividad supone una actividad mediante la cual el hombre se comunica, expresa emociones, sentimientos, da mensajes. Hay distintas formas de crear ya sea mediante la ciencia, mediante el arte plástico, el teatro, la música, etc. A pesar de haber distintas formas de creatividad y encontrar algunos artistas, creativos adultos mayores que tienen grandes producciones a esta edad, la sociedad considera que la creatividad es una capacidad propia de lo jóvenes. Incluso los mismos adultos mayores suelen tener pensamientos acerca de que ya no son creativos, que ya no pueden desarrollar más esa capacidad.

No debemos olvidarnos que la creatividad es aquella capacidad para tener producciones nuevas, originales y que es innata e inherente a todo ser humano. Así que puede ser desarrollada en todo momento de la vida, ya que está ahí, solo que no la utilizamos. Es como una herramienta en una caja que solo depende de nosotros sacar de ahí para arreglar algo, o en este caso crear algo.

Además de convencernos de que todos podemos crear, sin importar la edad. Hablar de creatividad resulta beneficioso para los adultos mayores. Esto es porque el progresivo envejecimiento de  la población ha provocado el desarrollo de múltiples  formas de intervención para mejorar su calidad de vida. En diversas investigaciones sobre el tema se ha demostrado que a través de estas estrategias se consigue paliar o frenar el deterioro cognitivo en cierta medida. (Carrascal, S. y Solera, E., 2013)

Silvia Carrascal y Eva Valera, realizaron un artículo sobre Creatividad y su relación con el desarrollo cognitivo de los adultos mayores. En este, mencionaban, entre otras cosas que el uso didáctico de  la  imagen y  las artes plásticas visuales para el desarrollo y motivación de  la creatividad, analizando  su contribución al desarrollo cognitivo,  las habilidades y  las destrezas de  las personas mayores, favorecerá el  desarrollo personal (Carrascal, S. y Solera, E., 2013) de los adultos mayores. El pensamiento estético y la creatividad son formas de mantener activas la mente y la imaginación, y contribuyen a prevenir el deterioro cognitivo durante la vejez (Carrascal, S. y Solera, E., 2013).

Centro de Adulto Mayor Tayta Wasi.
Manualidades en tejido a crochet que estimulan su creatividad y disminuyen el deterioro cognitivo.
Créditos: Aurora Otero Rosales, profesora de Tayta Wasi,  mi madre.

Referencias:

Carrascal, S. y Solera, E. (2013). Creatividad y Desarrollo cognitivo en personas mayores. Arte, individuo y sociedad. Vol. 26, 1. Disponible en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4774417

viernes, 28 de noviembre de 2014

SER FELIZ!!! :) La felicidad y el envejecimiento

La felicidad es un sentimiento que todos los seres humanos buscamos alcanzar. Existe la creencia de que los adultos mayores ya no se sienten tan felices como antes. Desde la psicología, en su rama de la psicología positiva, se han ido planteando perspectivas distintas. Así, una de las más fuertes o consistentes hoy en día es la que indica que la felicidad está compuesta por tres componentes: 

  • Emoción positiva
  • Satisfacción con la vida o bienestar subjetivo 
  • Ausencia de emociones negativas
Además de Andrews y Withey quienes plantearon la teoría de estos tres componentes, hay teóricos que hablan del tema de la felicidad y que mencionan que se deben agregar algunos otros aspectos como la autoaceptación, el propósito de vida, el desarrollo personal, relaciones positivas con otros, dominio ambiental y autodeterminación (Fernández-Ballesteros, 1999)

Para ver cuán felices son los adultos mayores, la Universidad San Ignacio de Loyola, adjuntó en su web una investigación que realizó la Universidad Católica de San Pablo, donde indican cuán felices están los adultos mayores institucionalizados y los no institucionalizados.

Los resultados se ven a continuación:


Se ve que los adultos mayores no institucionalizados son más felices que los que se encuentran institucionalizados. Una hipótesis que puede explicar ello es que los que están no institucionalizados cuentan con una red de apoyo social más sólida, ya que cuentan con sus hijos, nietos, vecinos, en el mejor de los casos. Aunque algunos adultos mayores no se institucionalizan por falta de dinero. 

De la misma manera el sentido positivo de la vida es mayor en los no institucionalizados, también se sienten más satisfechos con la vida, sienten que su realización personal es mayor, se sienten alegres de vivir.

Referencias:

Fernández-Ballesteros, R. y cols. (1999) Qué es la psicología de la vejez. Madrid: Biblioteca Nueva

Arias, W. y cols. (2013). Felicidad, depresión y creencia en la benevolencia humana en adultos mayores institucionalizados y no institucionalizados. Propósitos y Representaciones Revista de Educación y Psicología de la USIL Vol. 1, Nº 2. Segundo semestre 2013. pp. 83 - 103. Disponible en http://investigacion.usil.edu.pe/ojs/index.php?journal=pyr&page=article&op=view&path%5B%5D=27&path%5B%5D=28 


CÓMO EVITAR LAS CAÍDAS:SOBRE LA PSICOLOGÍA AMBIENTAL PARA EL ADULTO MAYOR

Inodoro con ayudas para levantarse. 
Alfombra, produjo una caída.

Vemos dos imágenes interesantes, en tanto y en cuanto no les prestamos atención en la vida diaria. Muchos tenemos alfombras en casa, y casi nadie tiene ayudas o barandillas en los baños. Esto que ignoramos es muy importante. ¿Por qué? Porque ignorar estas cosas causan caídas. Prestar atención a ello, por el contrario, permite prevenir caídas. 

Aunque diciendo esto nace otra pregunta ¿Por qué prestar tanta atención a las caidas? Sucede que las caídas representan una causa significativa de la hospitalización de adultos mayores e, incluso, pueden causar la muerte. 

En 1996 se realizó un estudio descriptivo para ver cuál es la frecuencia de las caídas. La edad promedio de los pacientes incluidos en el estudio fue de 72.6 años en los varones y 70.6 años, en las mujeres. Veinte pacientes (33.3%) señalaron haber tenido por lo menos una caída el último año. Se muestra mayor frecuencia de caídas en mujeres en el grupo de 60 a 69 a y en el grupo etéreo de 80-89 años. La frecuencia de caídas fue similar en ambos sexos. Podemos apreciar el lugar de ocurrencia de ocurrencia de las caídas. La ocurrencia extradomiciliaria o exterior fue de 55%, mientras que el intradomiciliario fue de 45%. Dentro del domicilio el lugar de caídas más frecuente fue al transitar por las escaleras (44%), seguido por caídas en el dormitorio al tratar de levantarse de la cama (33%). (Sandoval,L. y cols., 1996). 

Hay otro estudio más reciente que habla sobre los riesgos de caídas, es decir, ven cuáles son los factores de riesgo que predisponen a la persona que sufra una caída. Se ven en los resultados, mostrados a continuación que las personas de sexo masculino tienen mayor riesgo de sufrir caídas. Asimismo, tener un estado cognitivo inadecuado aumenta el riesgo.


Referencias:

Sandoval, L., Capuñay, J., Varela, L. (1996). Caídas en el adulto mayor. Estudio de una serie de pacientes de consultorio externo de medicina del Hospital Nacional Cayetano Heredia. Rev. Med. Herd. Vol. 7, 3. Disponible en http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-130X1996000300004


Silva-Fhon, J y cols. (2014). Riesgo de caída en el adulto mayor que acude a Dos centros de día. Lima, Perú. Disponible en http://www.medicina.usmp.edu.pe/horizonte/2014_III/Art2_Vol14_N3.pdf 

"NECESITO AYUDA": DEPENDENCIA FUNCIONAL EN ADULTOS MAYORES

La dependencia funcional es requerir de algo (un dispositivo como bastones, por ejemplo), o de alguien para que pueda seguir realizando actividades cotidianas como ir al baño, transportarme de un lugar a otro, comer, vestirme. Son todas ellas actividades básicas en la vida de una persona. Son distintas las razones por las que una persona se vuelve dependiente funcionalmente. 

En la mayoría de los casos las causas de la dependencia funcional son las limitaciones físicas que con el tiempo, por una enfermedad o un accidente presenta la persona adulta mayor. Aunque cabe señalar que la dependencia funcional no es exclusiva de la adultez mayor, sino que puede presentarse, en general a cualquier edad donde la persona no puede valerse por sí misma, como dije, de presentar alguna limitación física(en su mayoría) o mental. 

Pero, ¿Cómo se valora la dependencia funcional?

Fernández-Ballesteros (1999)  nos da algunas ideas de cómo valorar este aspecto, de una manera integral ya que simplemente observando podríamos ver si necesita ayuda. La idea aquí es poder tener un protocolo completo con los suficientes datos para ver la complejidad de la dependencia de la persona. 

"La evaluación de las discapacidades funcionales es una tarea delicada, que requiere, también la utilización de un modelo mutlidimensional en el que se consideren múltiples aspectos del funcionamiento general de la persona. Por ello tras un minuciosos examen físico inicial (por el que se consideren las posibles enfermedades o défictis físicos origen del trastorno funcional), debe realizarse una valoración psicosocial de la persona (en sus aspectos cognitivos, afectivos y motores amén de  sus condiciones sociales), así como las posibles variables ambientales (existencia de ascensores en la vivienda, barandillas en el baño, etc.) que puedan estar mediando en el mantenimiento de la disfunción."

En Perú, se hizo un estudio para ver el grado de la dependencia en los adultos mayores. Así, se obtuvieron los siguientes resultados: 

Fuente: Varela, L. y cols. (2005)
Se ve que en ese año (2005) había más autonomía que dependencia. Asimismo que solo 30% de esa dependencia es parcial y el 17% es una dependencia total. 

Referencias:

Varela, L., Chávez, J. , Galvez, M. y Mendez, F. (2005). Funcionalidad en el adulto mayor previa a su hospitalización a nivel nacional . Disponible en http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-130X2005000300002


Fernández-Ballesteros, R. y cols. (1999) Qué es la psicología de la vejez. Madrid: Biblioteca Nueva


"DECIDÍ IRME PRIMERO": EL SUICIDIO EN ADULTOS MAYORES

El suicidio es el acto de quitarse la vida. Se da en todas las etapas de la vida, por distintos motivos. No hay mucha investigación de esto en la etapa de la adultez mayor (Ribot, R. y cols., 2012). Pero, es un hecho no infrecuente ya que suele relacionarse con la depresión del paciente. No obstante,no es único factor de riesgo que podría hacer que un adulto mayor decida irse primero.

En Redalyc encontré una investigación muy buena donde hablan sobre este tema del suicidio en la adultez. Mencionan, en este artículo, dos grandes grupos y tipos de suicidio. El primero de ellos es el suicidio auténtico que se caracteriza por ser más realizado por los varones que por las mujeres y se da entre los 40 y 60 años. Este suicidio tiene el fin claro de quitarse la vida y supone un proceso efectivo. El parasuicidio, no tiene como fin quitarse la vida como tal, sino que mediante las autolesiones que podrían llevarte a la muerte obtienen, las personas que lo hacen, un cambio en su vida o en una situación específica. 

No es un tipo de suicidio, pero sí es importante ya que se suele presentar mucho en un adulto mayor deprimido es la ideación suicida. El anciano expresa su deseo de morir. Lo curioso es que del millón y medio de suicidios al año, nada más y nada menos de la mitad son cometidos por adultos mayores de 60 años. 

Los factores de riesgo del suicidio son: ser varón, mayor de 60 años, con una historia de haber intentado previamente suicidarse, con situaciones apremiantes económicas, desempleo, o por estar pasando por una reciente pérdida de un familiar (en especial, la pareja), sentimientos de incomprensión, maltrato hacia el adulto mayor por parte de otros. 

La edad representa un factor de riesgo ya que las transformaciones corporales generalmente demandan aceptación de algo que por la sociedad tiene una connotación negativa, menor capacidad de la persona mayor de 60 años de responder adaptativamente a las situaciones difíciles o de estrés. 

Algunos datos estadísticos

 (Han sido tomados de "Intento de suicidio y depresión mayor en el servicio de emergencia de un hospital general") 

Ideación suicida: el 54.8% (n=34) presentó ideación suicida previa y el 45.2% restante (n­28) lo hizo de forma impulsiva. De los pacientes con diagnóstico de episodio depresivo mayor, el 61.5% presentó ideación suicida previa.

Plan suicida: se encontró que el 27.4% (n=17) de los pacientes tenía un plan suicida antes de intentar suicidarse; el 72.6% restante (n=45) no planeó su suicidio. El 38.4% de los pacientes con diagnóstico de episodio depresivo mayor elaboró un plan suicida.

Motivación principal del acto suicida: de los 62 pacientes de nuestro estudio, el 46.8% intentó suicidarse por problemas de pareja y el 30.6% lo hizo por problemas familiares. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre los problemas familiares y económicos y la ausencia de episodio depresivo mayor (ver Tabla 2)

Forma de suicidarse.

Referencias:

* Ribot Reyes, Victoria de la Caridad, Alfonso Romero, Maritza, Ramos Arteaga, Martha Elena, González Castillo, Antonio. Suicidio en el adulto mayorRevista Habanera de Ciencias Médicas [en linea] 2012, 11.  Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180425059017

* Duran, D., Mazzoti, G., Vivar, A. (1999). Intento de suicidio y depresión mayor en el servicio de emergencia de un hospital general. Disponible en http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVrevistas/Neuro_psiquiatria/v62_n3-4/intento%20de%20suicidio%20y%20depresi%F3n%20mayor.htm 


miércoles, 26 de noviembre de 2014

PSICOPATOLOGIA DEL ENVEJECIMIENTO: DEPRESIÓN

¿Qué es la depresión?

Es, según el DSM-IV, es el cambio en el estado de ánimo a depresivo, pérdida de interés o de capacidad para el placer, durante un periodo al menos de dos semanas antes del momento de la evaluación. Es decir, la persona ya no quiere hacer las cosas que le gustaban antes, que eran sus hobbies. Debe presentar algunos de los siguientes síntomas:

  • reducción del apetito o del peso sin haber seguido algún regimen nutricional (aproximadamente un 5% del peso corporal)
  • insomnio o hipersomnia
  • agitación o enlentecimiento psicomotriz
  • pérdida de la energía 
  • sentimientos de inutilidad 
  • disminución de la capacidad de concentración
  • ideación siucida
Estos síntomas se deben presentar en un mismo periodo de tiempo, al menos cinco a la vez. Además, no debe existir un desencadenante real que, de manera natural, produzca un cuadro clínico de depresión. Es decir, que, por ejemplo, no debe desencadenar este proceso la muerte de un hijo o un ser querido en los seis meses antes de que sea diagnosticado. Esto es porque la muerte de un hijo, es natural, que produzca un cuadro depresivo, como parte del duelo de la persona. Además, al causar estos síntoma causa una alteración en su funcionalidad en distintas áreas en las que se desenvuelve.

En el adulto mayor, siempre se debe tener precaución cuando una persona tiene depresión, porque en muchos casos es la presentación del inicio de una demencia. Por ello, también es que supone algo interesante diferenciar la demencia con la depresión. Esto lo hizo Fernández-Ballesteros (1999) en una tabla, que ha sido reproducida a continuación:



Podemos ver entonces, una marcada diferencia siguiendo ciertos criterios. Estos son el inicio de la enfermedad, la conducta social respecto a cuánto se afecta a causa de la enfermedad, la conducta personal del enfermo, el humor, la memoria inmediata y remota, la afectación del sueño, las quejas que emiten y la cooperación clínica.

La depresión en Perú

El Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delhago- Hideyo Noguchi, presentan año a año Anales de Salud Mental. En el 2010, realizaron un estudio sobre la incidencia de episodios depresivos y los factores que se relacionan con esta patología en el adulto mayor:

El factor que más se relaciona con los episodios depresivos son el sexo, seguido del nivel educativo. Así, tenemos que hay mayor presencia de episodio depresivo en mujeres, siendo 12.3% en comparación de 7% de presencia en varones. Según el nivel educativo, se presenta más episodio depresivo mientras menos sea el nivel educativo, siendo que 13% de los que presentan tienen nivel educativo primario o menos, 6.8% tiene secundaria y bachillerato y solo 4.6% tiene nivel educativo superior o técnico.    

Referencias:

INSM. (2010). Anales de Salud Mental. Vol 26, 1. Lima. Disponible en http://www.insm.gob.pe/investigacion/archivos/estudios/2010-ASM/files/res/downloads/book.pdf

Fernández-Ballesteros, R. y cols. (1999) Qué es la psicología de la vejez. Madrid: Biblioteca Nueva


PSICOPATOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO: DEMENCIAS

Fuente: APEAD (2013)

La Asociación Peruana de Enfermedad de Alzheimer y otras demencias (APEAD) nos muestra en su página web este cuadro del que se desprenden algunos datos interesantes de conocer para poder pasar luego a explicar por qué es importante hablar de la psicopatología del adulto mayor y específicamente de las demencias . 

Primero, se sabe que a nivel mundial existen 35.6 millones de personas con demencia y que para el 2030 este número prácticamente se duplicará. El incremento se dará principalmente en los países bajos y de medianos recursos como el nuestro.

Asimismo, indica que al 2010 se registró un gasto de 604 billones de dólares a nivel mundial, a causa de las demencias.

Este pequeño informe ya nos permite darnos cuenta de que las demencias son un tema que poco a poco entran a ser más y más centrales debido a que tenemos mayor cantidad de adultos mayores, tanto en Perú como en el mundo. Pero ¿qué es demencia? 

La demencia es la psicopatología que expresa una clara patología de las estructuras cerebrales, con graves repercusiones cognitivas, sociales y funcionales (Fernández-Ballesteros, 1999). No es exclusiva de los adultos mayores, se puede dar por diversas causas en la adultez, o juventud, pero sí es cierto que las tasas de incidencia son mayores en la adultez mayor. El DSM-IV, al igual que el CIE.10, la define a través ciertos criterios. Estos son: 

Fuente: Fernández-Ballesteros,1999.

Las demencias pueden ser de diverso tipo, pero las tres más comunes, basándose en la incidencia es la de Alzheimer,la demencia de cuerpos de Lewis y la demencia vascular. Todas ellas comienzan con problemas de memoria, y en la mayoría de los casos también con un estado de ánimo diferente, tendiente a ser deprimido. Son patologías crónicas que se caracterizan también por ser progresivas. Esto en ocasiones, por no decir casi siempre, representa un problema para la familia o el cuidador, porque demanda cuidados pormenorizados. 

Referencias: 

APEAD. Luchando contra el alzheimer a nivel mundial. Disponible en http://www.alzheimerperu.org/alzheimer-mundo-adi-peru.html. 
Fernández-Ballesteros, R. (1999).